la vida en verano...

La vida transcurre agradablemente en verano en Cape Cod siempre y cuando la conjunción de humedad y calor no te pese sobre los hombros como una losa. El lugar rebosa de vida y verdor, todo lleno de jardines, lagunas, marismas y pequeños bosques protegidos. Entre semana, cuando las obligaciones laborales se imponen el mejor momento del día suele ser el que paso sobre la bicicleta llendo y viniendo, normalmente con el viento de cara que no sé como lo hago pero siempre voy en contra suyo, y la zona es bastante ventosa. Por el camino pueden verse las ardillas de las que ya os he hablado anteriormente, la ardilla gris http://es.wikipedia.org/wiki/Sciurus_carolinensis enorme y muy descarada y que casi me llevo por delante el otro dia con la bici. También está la ardilla listada http://es.wikipedia.org/wiki/Tamias muchísimo mas tímida y difícil de ver, y de la cual ya he visto dos ejemplares atropellados en el carril bici. También hay un montón de conejos que pastan tranquilamente en los jardines como si nada.


Y hay multitud de pájaros, lo malo es que a muchos no los conozco y no os puedo decir que son. Los que si reconozco son unos pájaros carpinteros y a los cuervos que viven en un par de árboles de mi jardín a los que un dia de estos les voy a tirar una piedra. También he visto colibries http://en.wikipedia.org/wiki/Hummingbird Ya mas cerca del mar, hay un par de especies de gaviotas que se columpian en la brisa marina riéndose de mi que las veo desde la ventana de la oficina. También hay muchos charranes árticos (uno de mis pájaros favoritos) http://es.wikipedia.org/wiki/Sterna_paradisaea

Pero uno de los bichos que a mi mas me impresiona ver son unas águilas pescadoras. En España andan bastante mal (aqui que hablen los expertos), pero en Cape Cod te tumbas en la arena de la playa y en menos de diez minutos seguro que te ha pasado una por encima a menos de 15 metros de altura. Es muy fácil oir sus llamadas y verlas pescar o intentarlo. De hecho hay un nido junto al carril bici, justo donde se cruza con una calle por la que pasan coches y al lado de varias casas. El nido está encima de un poste puesto a tal efecto, y he tenido el placer de poder ver a los polluelos ya crecidos con los padres y ver como estos han salido del nido y se quedaban por los alrededores del nido.

Un día me paré al volver del trabajo para hacer estas fotos con el móvil, que mas os vale que os gusten porque me costaron tres picotazos de mosquito a través de la ropa. Porque esa es la otra fauna... la invertebrada. Es caer el sol y salir hordas de esos monstruos alados. No os podéis hacer idea de lo desagradable que es ir en la bici atravesando nube tras nube de mosquitos..como en el coche pero sin cristal en medio.