Una medio-amiga rusa que me he echado aquí, me regaló desinteresadamente una bici vieja de la que todavía no tengo fotos pero que os enseñaré porque seguro que tiene mas años que yo. A pesar de sus buenas intenciones, la cosa no funcionó ya que, aunque funciona mas o menos, es pequeña para mi estatura y mis rodillas se quejaron en cuanto la cojí diez minutos.
El caso es que me lié la manta a la cabeza, cansada de buscar bici de segunda mano, y el viernes me acerqué a la tienda de bicis que hay al lado de mi casa. Es curioso porque es una de las pocas tiendas normales que hay por aqui (normal=tienda de toda la vida, llevada por una familia, no un gran almacén). El caso es que pregunté por una bici normalita, que no fuese ostentosa por eso de que va a pasar mucho tiempo en la calle. Y, cosas de la vida, tenían una en el almacén de mi talla. Como la tenían que montar, tuve que esperar hasta última hora de la tarde para tenerla. Así que la estrené el sábado para ir a comprar que tenía la nevera bajo mínimos (llevaba tres días cenando pasta...).
Tras el correspondiente viaje al super de comida, decidí acercarme a Woods Hole por el carril bici, el camino que voy a hacer todos los días para llegar al trabajo.
Son unas seis millas o unos 10km que siguen una antigua línea de tren. El camino está muy bien acondicionado, pavimentado y señalizado, y aunque cruza varias carreteras, la gente se detiene para dejarte pasar (eso en España no pasaría). Desde el principio el carril va atravesando una zona muy boscosa y verde, de hecho ya se me ha cruzado alguna ardilla en el camino.
Luego, se acerca a la playa y vas pedaleando con la arena y el mar por un lado
y por otro una de las multitudinarias lagunas....
Hay unos estupendos bancos en los que sentarte a freírte al sol, leyendo o haciendo sudokus. Para que luego no me digáis que salgo en las fotos....
Es muy bucólico, pero el viento anda desatado por aqui, y te pilla de cara y ligeramente cuesta arriba, así que toca agacharse y dar mas fuerza a los pedales. Bueno, eso si no está todo lleno de gente por la playa y tienes que ir sortenado viejecitas, niños y perros. Si lo consigues, al final llegas a Woods Hole por el Little Harbour (Pequeño Puerto), donde atracan los veleros y hay una base de los guardacostas..muy bonito...
La bici está demostrando ser un estupendo medio de transporte por aquí, si hay mucho tráfico, como es el caso de las calles principales, sólo hay que meterse por las aceras donde no suele ir nadie caminando. Y ya véis lo bonito que es el camino al trabajo. Ahora me faltan las alforjas....
Qué envidia! yo tb quiero una bici y esos paisajes! aprovecha que eso es muy bonitooo!!!! Besitos desde debajo del cielo estrellado * (ahora soleado y con nubes)!
ResponderEliminarJejeje, ya te vas haciendo a la vida americana.
ResponderEliminarÁnimo, guapa!
Besitos.