domingo, 20 de junio de 2010

Welcome to the States


Tras un largo, incómodo y aburrido vuelo de, al final, 7h y media aterricé en Boston. América me acogió con un dia gris, ventoso y lluvioso, pero aunque el clima era horroroso, la gente ponía el contrapunto con su amabilidad. En el paso de la frontera ningún problema, recogí la maleta enseguida y esperé un rato a que viniesen a recogerme. Al primero que conocí fue a Chris, un postdoc canadiense con el que comparto el despacho y que es superamable (se chupó 2h de coche de ida y 2h de vuelta por ir a por mi al aeropuerto). Aunque tenemos ciertos problemas para entendernos, ya que tiene un acento rarito y yo no es que hable muy fluido, nos llevamos bien.
Encontramos mi casa fácilmente, ya que da a via principal de Falmouth. La casera no estaba y me atendió su hija que habla español, lo cual fue de agradecer porque con el cansancio que tenia se me hacía complicado concentrarme y entender el inglés, así que me explicó en español que hay una contaminación en el agua y que no beba ni use el agua del grifo para lavarme los dientes. Por lo visto se debe a que a principios de junio a llovido mucho y se ha contaminado el agua con E.coli (bacteria) a si que hay que lavarse los dientes con agua mineral (tenía un pack de botellas en mi apartamento). Esta es la casa, con 150 años de historia, está restaurada y reformada. Mi apartamento está en la primera planta, la mitad que da adelante, es decir las ventanas frontales, la que hace esquina y las dos primeras del lateral.

El apartamento está muy bien, para una persona es espacioso y esta bien equipado, aunque yo mejoraría un par de cositas... Pero lo peor con diferencia, es el ruido del tráfico. En realidad es similar al que sufria en Fuenlabrada, pero las ventanas lo aislan un poco peor. Tendré que ir acostumbrándome. Esa noche dormí muy poco y muy mal. El jet-lag me hizo levantarme a eso de las cinco de la mañana, a las ocho y algo ya no aguantaba mas y decidí salir a desayunar. La mañana se había levantado con niebla, lo cual dió al pueblo un aspecto inquietante, sobretodo porque no había nadie por la calle, solo un par de viejecitos. Tras una vuelta me di cuenta de que nada estaba abierto a esas horas, asi que volvi al apartamento a esperar un rato, muerta de hambre. Mas tarde volví a salir y Falmouth parecía otro lugar, había salido el sol, la gente andaba por la calle, las tiendas empezaban a abrir. Así pues entré en el primer sitio que encontré y me tomé el capuchino mas asqueroso de mi vida y un famoso scone (dulce) típico que me supo a gloria. Con el estómago lleno y mas azucar en sangre, empecé a ver las cosas con un poco mas de ánimo. El pueblo en si, es muy bonito, muy verde. Esto por ejemplo es el comienzo de Main St.


En los jardines de las casas es fácil encontrar ardillas y conejos. De hecho yo ya he fichado una ardilla que debe de vivir en el arce centenario que hay enfrente de mi ventana. Al volver a casa, decidí presentarme a la casera y ver, si como me había dicho su hija, me llevaba de compras. Aqui todo, absolutamente todo, está pensado para ir en coche a todos lados. Y el centro comercial esta a sus 40 minutos andando, pero esto ya os lo cuento en otra entrada.
Donna, que así se llama, es una abuelita americana encantadora con 15 nietos y majísima. Resulta que, mientras yo había salido, me había hecho unas magdalenas con arándanos caseras y me las había dejado en la puerta junto con sobrecitos de te. Son las mejores magdalenas que he probado en mi vida. 15 minutos después, lo justo para que se nublase y se pusiese muy gris, salimos para el Falmouth Mall, el centro comercial. Estuvimos cuatro horas de compras, la mujer, como si fuese mi madre diciendome aqui no compres esto, mejor en la otra que esta mas barato o es mejor calidad, estas sábanas no, que no son de algodon 100%... Además la entiendo muy bien. Se agradece el trato tan amable cuando no conoces a nadie y todo te es tan ajeno. Por la tarde, me dedique a poco mas que organizar las compras y el apartamento, el jet-lag hizo de las suyas y pasé el resto del día luchando contra el para ir adaptándome.

No hay comentarios:

Publicar un comentario